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domingo, 15 de enero de 2012

PETIT SUISSE CASERO DE FRESAS


Se trata de un postre relativamente barato -su precio dependerá de la calidad del queso y de los fresones que se utilicen en su elaboración-, muy fácil de preparar y que, en caso de sobrar, se puede conservar en la nevera uno o dos días e inclusive congelar.
Para su elaboración sólo necesitaremos
  • 150 gramos de fresones (unas seis piezas de tamaño mediano)
  • 110 gramos de mascarpone (se puede utilizar queso para untar tipo Philadelphia, pero yo prefiero éste)
  • 150 gramos de nata para montar o ya montada
  • 1 hoja y media de gelatina neutra
  • 60 gramos de azúcar de caña (unas cinco cucharadas soperas)
Primero, cortaremos el tallo de las fresas, las trituraremos, las pondremos a hervir en un cazo y le añadiremos azúcar. Al mismo tiempo, hidrataremos la gelatina con agua bien fría y, una vez la pulpa de fruta esté hirviendo, la escurriremos con las manos y la incorporaremos a esta mezcla con la ayuda de una varilla y pararemos la cocción.
Después, semimontaremos la nata -en caso de que hayamos optado por esta opción, claro-, mezclaremos suavemente con el queso, filmaremos esta mezcla y la reservaremos en el frigorífico hasta que la pulpa de fresas esté a 35º (temperatura muy parecida a la de un vaso de leche caliente para nuestros hijos).
Y, por último, incorporaremos la fresas al preparado de queso y mezclaremos con una lengua pastelera poco a poco evitando así que la mousse se corte. Una vez unificada la mezcla, la verteremos sobre pequeños vasos o, si queremos despistar a nuestros hijos, sobre envases vacíos de Petit Suisse industriales, filmaremos cada uno de los recipientes y dejaremos que cuajen en la nevera.
Cinco pasos con los que conseguiremos un postre sano y rico tanto para mayores como para pequeños.

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